Atardecer de fuego
La tarde cae
todo parece en calma
el sol se oculta.
Desde la cúspide
majestuoso se eleva
amenazante.
La tierra tiembla
la montaña se agrieta
almas en pena.
De las entrañas
él vomitando fuego
pánico siembra.
Caos y miedo
embravecido explota
la muerte acecha.
Ríos de lava
por el acantilado
al mar cayendo.
Mángelbe.
Hay bocas que escupen sonidos,
no son palabras las que sus atrofiadas cuerdas vocales emiten, sino bramidos
incomprensibles y sin sentido, pero si llenos de una preponderancia
injustificada... son volcanes en erupción, arrojando lava en todas direcciones,
energía tan inútil como incontrolable.
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