Mi absurdo silencio
Amada mía,
mi fiel y bella mujer,
mi
adorada prometida
anoche me invadió
una profunda desidia...
la noche negra
se
adueñó de mi espíritu,
me atrapó entre sus garras,
me
metió en las mazmorras
de la nostalgia
y allí he permanecido
durante toda la noche.
Bloqueando mi pluma
no ha permitido
que la semilla del amor
emanara de mi corazón...
arrancando de mis manos
las bellas rosas
que
para ti he cultivado
en el
jardín del amor...
y mi voz enmudeció...
y el monitor quedó en blanco,
a la espera del alba.
Hasta
que esta mañana
mi dulce y adorable compañera
mi amor soñado
ha llegado a rescatarme
de la profunda soledad
en la que ayer
me sumió tu tristeza.
Y ha
venido a decirme al oído
que en lo bueno y en lo malo
estaremos siempre unidos...
que la semilla del amor...
la que en nuestros corazones
hemos sembrado...
ha de
florecer
y convertirse en la más hermosa flor...
llenando con su perfume
ese vacío que produjo mi ausencia.
Enjuga el llanto amor mío...
jamás te negaré mis letras
y mucho menos mi amor...
no ruegues vida mía
exige lo que mereces
sin pedir favor...
no tengo nada que perdonarte
ya que tu nostalgia está fundada
en un
profundo amor
y tal vez sea yo...
el que ha de pedir perdón.
Mángelbe.
Es
absurdo pensar que los demás tengan que interpretar nuestro silencio.