...O TAL VEZ SOLO UN SUEÑO

...O TAL VEZ SOLO UN SUEÑO

Hoy he vuelto a caminar entre los parajes verdes de la esperanza... Todo parece estar en su lugar, más no se oye el jilguero cantar, ni se ven las cristalinas agua del manantial, el pajarillo voló de su nido a otro lugar y las aguas del arroyo se encuentra cubiertas por el follaje y la maleza. Desde el poniente me llegan unos débiles rayos de sol que se filtran entre el ramaje de los árboles en el ocaso de la tarde.

Tantas veces anduvimos juntos estos rincones, que aun permanecen en mi mente esos  momentos en los que tu y yo éramos felices, prometiéndonos un amor eterno.

Pero un día te fuiste de mi lado, dejando en mi vida una herida cruel que aun permanece abierta, porque sigo extrañando aquel amor que se fue, extrañando la dicha de estar junto a ti y quiero que vuelvas a mi, regresa y ámame otra vez, ahuyenta el dolor que me provoca tu ausencia, devuélveme el calor de tus brazos, la paz de tu sonrisa...

Se acerca pausada la noche y a pesar de ser primavera, el frío penetra en la piel, calando hasta los huesos.

Tomo el camino de regreso, el silencio me acompaña, solo perturbado por el leve silbido que provoca la suave brisa al deslizarse entre las frondosas ramas del bosque de pinos.

Las luces de la aldea se divisan a lo lejos, el silente manto de la noche envuelve mi lento y pesado caminar, la mirada perdida en el vacío y la mente ocupada por la nostalgia. Ya solo me queda la ilusión de algún día verte parecer... Y si así lo decides, allí te estaré esperando, hasta que el destino determine escribir el último capítulo en el libro de mi vida...

Mángelbe.