La llegada
No es adulación
sino amor puro
lo que por ese mar azul
a tu corazón llega.
Que ese sol tan grande
ilumine el camino
para que yo te pueda encontrar
y sellar tus labios con mi boca
en una completa entrega
de amor en libertad.
En la tarde a mi llegada
una flor te daré
creada en un mundo
de imágenes pacientes.
Ya se acerca la noche
donde el alma medita
donde los pájaros revolotean
y el mar se vuelve azul.
Mángelbe.
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