A una gentil y bella mujer
mi loco corazón entregué
preso de profundo amor quedé
cuando la vi por primera vez.
Más si la espera es prolongada
el alma se inquieta,
la soledad aparece
y la nostalgia se hace visible,
es cuando la voz enmudece
y el corazón se transforma
en triste poesía.
Hermosa y bella mujer
tú me enseñaste como amar,
si no me vas a querer
también me debes ensañar
como te puedo olvidar
si tu amor no logro tener.
1 comentario:
Si alguien siembra en un corazón una esperanza y no la va a cultivar para que florezca, también debe arrancarla de raiz para que no vuelva a retoñar.
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